Nunca esperes que pase algo, nunca entres predispuesto a ningún lugar

jueves, 29 de noviembre de 2012

Entre todo y nada: Mujer.

No está donde quiere estar, no la ama quién quiere que la ame, no está en la figura que quiere estar: Es una mujer. 

La vida y su madre le han enseñado que la mujer que triunfa es la fuerte, que llora por quién ama, se seca las lágrimas y se levanta al día siguiente arreglada a destrozar rutinas, a desafiar costumbres, a interpretar nuevas sonrisas perdidas al caminar. 

No necesita consejos, no necesita de juntas que solo la codician con los ojos, necesita de un buen libro, un buen beso al despertar, un abrazo ocasional y un té antes de dormir. 

Se complace en lo simple, sonríe en lo habitual, se contenta de lo más inocente, y se entristece sólo de lo que la hace un poco menos feliz. El pudor lo dejó hace años, y ahora se siente como una mujer que ha descubierto su cuerpo en más de una noche, que ha descubierto otros cuerpos intentando encontrar el suyo. 

Que se ha pasado de tragos, que ha deseado haberse pasado de tragos, que ha conocido el mundo, que ha probado lo que dicen que no se debe probar,  que se esforzado por ser alguien en la vida, que espera de la vida lo que ella misma coseche de su actitud, con la firme convicción de que vivirá lo que quiera vivir. Y aunque esa sonrisa del que recoge los libros en la biblioteca la derrita, y una vez a la semana se viste para el, entiende que vendrá otra sonrisa que hará el mismo papel, y ella, sin pena, le dedicará otro inventario de su armario. 

No es dueña sino de su cuerpo y de su mente, no le pertenece sino a ella misma, en su decisión reposa siempre prevalencia a lo que crea bien, y no lo que "Debe ser" porque no necesita una aprobación aunque a veces la busque. No es fuerte porque se esfuerce en ello, es fuerte porque así ha crecido. A curarse la rodilla si se ha caído, a no aceptar una mano para levantarse.

El placer lo encuentra bailando en pantys escuchando los Stones a todo volumen, comiendo su chocolate favorito, sintiéndose guapa con un jean nuevo, esperando un piropo nuevo para sentirse femenina, coquetear con muchachos nuevos, sentir que tiene el control, pero que puede perderlo sólo si quiere, que llorará con un final romántico, que reirá con un nuevo chiste, que admite caer en frivolidades, que no admite sus debilidades. 

Y entre todo lo que es, y entre todo lo que le gusta no entiende que quiere, no entiende que busca en los demás, y en esa incertidumbre vive intentando encontrarlo en uno que otro beso, en una que otra sonrisa perdida, en uno que otro número de teléfono anotado en la mano. Pero siempre con la conciencia de que esto no es un "Para siempre" que esto no es un "quédate" porque de esos ya ha tenido suficiente.

Cuerpos vendrán ,chicos que la hagan reír o chicas que la hagan dudar vendrán, pero ella seguirá siempre estando clara que la mejor compañía es Mick Jagger en su ipod, que su té de manzana con miel no le fallará.  

Llora cuando quiere, es impulsiva, es firme, tiene carácter, no se deja fregar por pendejos, aunque se hace la pendeja cuando le conviene, deja que le abran la puerta del carro, deja que la inviten sólo de vez en cuando, baila como si nadie la estuviese mirando. No se da sino la vida que quiere darle, con tal, es ella la que anda en este cuerpo y en esta realidad. 

"Y mientras las describo, les escribo, les escribo lo que veo, les escribo como las recuerdo, como las encontré, como las percibí, y aunque no las entienda, nunca busqué hacerlo, más bien intenté vivirlas. Y hoy que las vivo, les escribo mientras las describo, pasando de Satisfaction, a Tumbling Dice, continúo con Start me up y me despido con Under my thumb" 


No son el vicio, son la sensación justo al empezar la rehabilitación. 


Dedicado a todas las mujeres que lean esta nota.