Nunca esperes que pase algo, nunca entres predispuesto a ningún lugar

sábado, 21 de mayo de 2011

Kiss my ass Carreño

"Los codos fuera de la mesa, la camisa va por dentro, el cubierto de la ensalada es distinto al de la pasta, el cabello corto y peinado, párate derecho, limpia tus zapatos y bájale volumen a la música"

Y así comienza todos los días su rutina, un ir y venir de normas de etiqueta, que te dicen como debes ser, que debes pensar, el séquito de Carreño haciendo sus rituales, y tu joven perdido, queriendo ser reclutado para ser parte de los zombies de la etiqueta y la decencia.

Toda una vida siendo decente, un caballero, un señorito, te enseñaron como debe ir la servilleta, pero nunca como tratar a una mujer, Carreño poco sabe de como besar en verdad, menos aún de como acariciar como debe ser.

Y entonces....La camisa comenzó a soltarse.

¡Brindemos por tus modales! dicen tus padres con sus frases, con su decencia, el status acá es lo único que vale. lo correcto te hará exitoso, y lo indecente te hará un sirvenguenza, pero hoy, hay algo distinto, un fuego arde dentro de ti ¿Que será que sientes? No sabes bien que es, hasta que te das cuenta: Stiff Upper Lip - AC/DC la acabas de escuchar en tu tv antes que papá lo apagara

La camisa afuera, el pelo despeinado, los zapatos sucios

Hoy no es noche de coñac en casa, hoy es noche de patear traseros en algún bar. Hoy es hora de que despiertes y vivas de las maravillas que el rock te ofrece, y con un trago de ron Hoy brindamos por aquellos que nos hicieron entender que lo correcto no es algo absoluto, que lo incorrecto es lo que haces obligado: Brindemos pues por esos himnos que nos hacen alzar el puño y decir ¡Jódete! a todo en lo que no creemos más

Hendrix, Jagger, Richards, Simmons, Angus, solo por nombrar

Salud por ustedes, dioses de todo lo sagrado y preciado como lo es el Rock and Roll

jueves, 19 de mayo de 2011

Ambiciones


Me confieso culpable de este deseo, que me invade y me hace esclavo de un sentimiento, un deseo que lleva nombre y apellido, un deseo que me hace dejar de ser yo por un momento, y pierdo la prudencia, pierdo la cordura, y es tu perfume el que habla, es tu beso tibio en mi mejilla el que habla por mi, son tus caderas al pasar, el cielo y en infierno al mismo tiempo, el desierto el oasis, el calor y el fuego, todo contenido al quisiera pensarte, ¿Qué decir de verte? he aquí, esclavo del deseo, la ambición de quererte para mí, de hacerte parte de mi vida, abrir tus ojos y hacerte ver, que tu sonrisa ha de pertenecerme en especial.

Maldito el momento en que te vi pasar, con alguna mano profana tomando la tuya, sentir un cuchillo entrar en mi garganta lentamente, y yo, solo pienso en mi destino, que es morir en silencio mientras que quema el estómago por dentro. ¿Qué he hecho para sentir placer en lo prohibido? Ser humano, esa es mi culpa, ambicionar lo que no tendré, lo que no puedo tener.

Pero ese día, que te vi, que me viste, y tus ojos tornaron otro sentimiento y empezaste a guiñarme el ojo aún con esa mano profana sosteniendo la tuya, cada uno con sus cadenas, tu con unas que no quieres que te aten, yo con unas de las que no me quiero soltar.

Y así poco a poco, todas las noches, en las que no tienes a nadie sujetándote las manos, empezaste a entender que eres humano, que no vives de programaciones, vives de sentimientos, sentimientos encontrados al verme de pie, que no te hacen razonar, y ya no hablamos, esta noche hablan nuestros aromas, esta noche habla el silencio de la noche, que nos invita a ser lo que queramos, a destrozar la moral, a escupirle a lo correcto, en resumen, a ser libres.

Como la sed que no se calma, eres el agua que no termino de probar totalmente, eres el agua que siempre me deja deseando más, aumentas mi ambición, aumento tu deseo, pero nuestras cadenas ¿Hasta cuándo nos arrastrarán?

Mientras no encontremos salida así seguiremos:

Deseando tener al pecado y la salvación todos los días, tu deseando ser un poco más humana todos los días

¿Qué te queda en las manos?


Las ideas hacen fila en mi cabeza para entrar, y en orden se van apilando recuerdos, uno a uno, se regocijan en mi cabeza, los analizo, los inhalo, escurro cada centímetro de los recuerdos. Los recuerdos son lo que te he marcó en ese momento, que simplemente significó tu vida.

Suponiendo que cada momento importante te deja algo, aparte de un recuerdo, una de las ideas que se me viene a la mente es pensar ¿Qué me ha quedado en las manos?

¿Qué he logrado aferrar?, ¿Qué he ganado?,¿Qué he perdido, ¿Qué me merezco, ¿De qué no soy digno?

De todo lo que me queda en la cabeza, solo encuentro cosas que mejorar, encuentro las fallas, que no me han hecho ser más de lo que soy. Una de las cosas que conservo es la palabra, es mi salida, es el canal por donde las ideas huyen de mi cabeza. Pero no es que me sienta orgulloso de ello, varias veces lo he dicho, más de una persona es acreedora del asco que le tengo a la palabra, tan mentirosa, tan cautivadora, tan vacía, tan imprecisa, argumentos sin sentido, palabras por decir. Conservo la palabra más no la amo, no la quiero, no la glorifico, pero la necesito y la respeto.

Quizás de lo que me quedan en las manos es silencio, silencio a muchas cosas, a mis verdades, a mis ideas, a mi vida, a tu vida, a sus vidas, el silencio es lo único que me ha enseñado a ser prudente, a ser discreto, me enseñó a respetar la palabra, me ha hecho entender todo lo que sobra, lo que está demás. El silencio te enseña a observar, a escuchar, a hablar menos, a pensar lo que dices, a ser moderado con lo que se dice, por respeto a la palabra, por amor al silencio.

El rencor, el rencor es como el agua en mis manos, la puedo mantener cierto tiempo, pero al final, siempre, siempre termina escurríendose, no se acumula, no es constante, se evapora, pero cuando la contengo, la siento con perfecto detalle, en fin, el rencor es algo pasajero que suelo recojer pero termino soltando en algún momento.

La paciencia, es algo pesado, que no contengo tampoco mucho en mis manos, termino soltándola, asi como nada es eterno, no la poseo todo el tiempo.

Conservo sus sonrisas en mis manos, conservo sus caricias, consertu tu rostro ¿Habrá sido cierto alguna vez? Creeré lo más posible antes de lo positivo, creeré que me viste como nunca, que me pensaste siempre, que me quisiste inigualablemente.

Conservo silencio, conservo discreción, conservo todo lo que necesito para estar con nadie y estar con todos, para ser alguien que no depende, que no necesita, no es indispensable, sino que está y no está

Pero a ti, a ti, que te sostenía en mis manos como la flor más delicada de todas, te dejé caer, y te pisé con firmeza al verte en el suelo, sin arrepentimientos. por querer verte donde te quería ver:

Fuera de mis idea, fuera de mis manos.