Nunca esperes que pase algo, nunca entres predispuesto a ningún lugar

viernes, 21 de septiembre de 2012

Una parte de ti no ha vuelto a casa

"Hora de trazar las líneas y contar los días: Hora de hacer un calendario."



   El primer pensamiento de la mañana cuando supiste que sólo faltaban 20 días para encontrar esa sonrisa distraída salir por unas puertas corredizas nuevamente y encontrar que ese vacío en el estómago sigue ahí, que nuevamente estarás montada en esa montaña rusa que extrañaste por estos  interminables 8 meses.  Y te preparas como nunca, la ropa nueva, el nuevo perfume y un pequeño letrero que dice "Bienvenido a Casa".


 La mañana se hace interminable, los segundos parecen más lentos, no dejas de ver tu reloj y empiezas a recordar la última vez que lo abrazaste, que dejó su colonia en tu blusa y el dejó un beso plantado y sellado con cemento en tus labios, que hasta hoy no se ha ido en esencia. Las noches hablando en línea no han sido lo mismo desde que ha dejado de tener internet en su residencia desde hace un mes. Pero el contacto está ahi, y solo queda recibirlo como siempre: una parte de ti ha vuelto a casa de nuevo. 

 La última noche juntos, donde se entregaron en todos los sentidos sigue ahi rondando en la mente convertido en suspiro, evaporado y hecho aire que ronda tus pulmones anhelando sentir su cuerpo de nuevo cerca del tuyo, y recobrar esos comentarios que el solo entiende, que te desordene el cabello que tanto te esmeras en peinar, que te guiñe un ojo y te diga que todo estará bien cuando no pareciera. Por fin, parte de tu alegría hoy vuelve a casa. 

Lo último que supiste es que salió de Berlin ayer. "Ya debe estar llegando" piensas con alegría mientras entras al aeropuerto y te diriges a la parte de salida, sus padres te acompañan, te entienden, has estado con el cuando se fracturó un tobillo, cuando casi repite el año de universidad, cuando ganó su primer campeonato en fútbol. Has estado para el más del tiempo que has pensado que invertirías. La pantalla de vuelos indica que llegó a tiempo. Por fin, una parte de tu vida hoy vuelve a casa.

Ha salido mucha gente, no se ve nada, mucha gente buscando su equipaje, y tu tratando de evitar miradas tratando de encontrar su cabello negro, desordenado como siempre, es díficil no identificarlo. ¡Ahi está! se está acercando, pero hay algo nuevo:

Está su sonrisa, está su sueter favorito puesto, está su cabello negro, pero hay otra mano delicada sujetando la suya.


¿Qué hacer cuando te sacan el aire? ¿Qué hacer cuando te sientes la idiota más grande de este mundo? ¿Qué hacer cuando la realidad te ha dado un golpe y te deja sentada?. 

Parte de ti, parte de tu tiempo, parte de tu vida, al menos en el vuelo 798 proveniente desde Berlin no vino.