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jueves, 19 de mayo de 2011

¿Qué te queda en las manos?


Las ideas hacen fila en mi cabeza para entrar, y en orden se van apilando recuerdos, uno a uno, se regocijan en mi cabeza, los analizo, los inhalo, escurro cada centímetro de los recuerdos. Los recuerdos son lo que te he marcó en ese momento, que simplemente significó tu vida.

Suponiendo que cada momento importante te deja algo, aparte de un recuerdo, una de las ideas que se me viene a la mente es pensar ¿Qué me ha quedado en las manos?

¿Qué he logrado aferrar?, ¿Qué he ganado?,¿Qué he perdido, ¿Qué me merezco, ¿De qué no soy digno?

De todo lo que me queda en la cabeza, solo encuentro cosas que mejorar, encuentro las fallas, que no me han hecho ser más de lo que soy. Una de las cosas que conservo es la palabra, es mi salida, es el canal por donde las ideas huyen de mi cabeza. Pero no es que me sienta orgulloso de ello, varias veces lo he dicho, más de una persona es acreedora del asco que le tengo a la palabra, tan mentirosa, tan cautivadora, tan vacía, tan imprecisa, argumentos sin sentido, palabras por decir. Conservo la palabra más no la amo, no la quiero, no la glorifico, pero la necesito y la respeto.

Quizás de lo que me quedan en las manos es silencio, silencio a muchas cosas, a mis verdades, a mis ideas, a mi vida, a tu vida, a sus vidas, el silencio es lo único que me ha enseñado a ser prudente, a ser discreto, me enseñó a respetar la palabra, me ha hecho entender todo lo que sobra, lo que está demás. El silencio te enseña a observar, a escuchar, a hablar menos, a pensar lo que dices, a ser moderado con lo que se dice, por respeto a la palabra, por amor al silencio.

El rencor, el rencor es como el agua en mis manos, la puedo mantener cierto tiempo, pero al final, siempre, siempre termina escurríendose, no se acumula, no es constante, se evapora, pero cuando la contengo, la siento con perfecto detalle, en fin, el rencor es algo pasajero que suelo recojer pero termino soltando en algún momento.

La paciencia, es algo pesado, que no contengo tampoco mucho en mis manos, termino soltándola, asi como nada es eterno, no la poseo todo el tiempo.

Conservo sus sonrisas en mis manos, conservo sus caricias, consertu tu rostro ¿Habrá sido cierto alguna vez? Creeré lo más posible antes de lo positivo, creeré que me viste como nunca, que me pensaste siempre, que me quisiste inigualablemente.

Conservo silencio, conservo discreción, conservo todo lo que necesito para estar con nadie y estar con todos, para ser alguien que no depende, que no necesita, no es indispensable, sino que está y no está

Pero a ti, a ti, que te sostenía en mis manos como la flor más delicada de todas, te dejé caer, y te pisé con firmeza al verte en el suelo, sin arrepentimientos. por querer verte donde te quería ver:

Fuera de mis idea, fuera de mis manos.

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