Nunca esperes que pase algo, nunca entres predispuesto a ningún lugar

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Qué bueno fue verte de nuevo.

Aquella noche pude sentir tus manos en mi rostro, senti tu beso tierno en mi mejilla, y tu mano rozando mi cabello. eso fue suficiente para dejarme sin palabras, tus ojos en los mios, hacían el perfecto diálogo, aquel donde el silencio se vuelve una algarabía, y luego, tus brazos se unieron a los míos. y ahí quedó nuestra conversación. sellada en un abrazo eterno, o por lo menos hasta que nos tuviésemos que ir.


Supongo que el tiempo es derrochado cuando se tiene en qué pensar, mientras que cuando no hay nada que pensar encontramos tiempo en donde no hay. y fué así. los días se nos fueron como parpadeos, como latidos de corazón, como sonrisas. 


Construimos un paraíso privado, un edén dónde solo nuestros sueños eran el plan a cumplir, seguía habiendo oscuridad, seguúia habiendo miedo, pero cuando te tomaba de la mano, se veía más tonto de lo que parecía. hicimos todo lo que dicen que no debería hacerse, nunca le hicimos mucho caso a algunas personas, no éramos tan idiotas. 


Qué  denso destello de emociones fue el primer beso, el perfecto transporte a nuestro edén, era el reaccionante para desaparecer de la tierra. y como cosa rara, el tiempo volaba en la tierra, pero en nuestro edén no había tiempo. mucho menos cuentas que pagar, amistades que mantener por compromiso, deberes con la sociedad. solo un bueh rock and roll y nosotros dos hablando de tonterías como dos buenos amantes. nunca exigí que dejeras tus vicios, nuca exigiste que dejara los míos, la libertad la ejercíamos como queríamos.


Ya ha pasado mucho tiempo, más del que creía, y ahora no tocas mi rostro con tus manos, ya ese beso en la mejilla no es tierno, sino rápido y sin mucho interés, tus manos ya no rozan mi cabello, y ese abrazo se convirtió en una promesa que nunca llegará a cumplirse, hoy tu recuerdo se dispara de mi mente a toda velocidad, hoy tu beso se convirtió en un ligero suspiro de otoño, se volvió parte del viento, ya no es más nada que espacio inerte, sin sentido aparente, sin razón ninguna de existir


Mi cabello creció, mi barba también, tendrías que ver el cambio. ya no son las mismas ideas, hoy mis héroes son otros, hoy mi punto de vita ha cambiado, hoy tengo claros mis objetivos. y no, no te tengo planetada, partiré en busca de las respuestas que no me da este sitio, pero cada vez que sienta esa brisa fría de otoño, pensaré que has vuelto a mí en un abrazo fugaz, pensaré que me has de desear la mejor de las suertes. 


Y yo quisiera, que cuando cuando sientas esa misma brisa, imagines que te tomo de la mano, la beso y te sonrío. 


antes de irme, brindaré por ti mirando hacia la una, deseando que el futuro sea amable con nosotros y  nos reencuentre en otras circunstancias, y pueda invitarte un trago, reirnos de la vida, y poder decirte con toda la sinceridad del mundo:


Que bueno fue verte de nuevo.

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