Nunca esperes que pase algo, nunca entres predispuesto a ningún lugar

sábado, 27 de febrero de 2010

Un "hasta luego" hará más daño que un "adiós".

Ya habían pasado dos años desde la última vez que se vieron de frente, dos años sin respirarse, sin sentirse cerca, sin mirarse con esos ojos puros y frescos,

dos años sin probrar un beso sabor a gloria.


En dos años su cabello creció, sus amigos y amigas cambiaron, mejoró el sonido de su guitarra, se cambió de club para bailar, cambió incluso de carrera, pero el amor que le tiene desde hace dos años aún no ha cambiado.

En dos años su cabello pasó de corto a largo, sus amigas son las mismas, sus amigos si son otros, sigue con las ganas de aprender guitarra de el, sigue escuchando el mismo rock, no ha cambiado de gustos, y tampoco ha cambiado ese amor que le juró hace dos años.

Es muy fácil convertir mucho tiempo en poco, pero no al contrario.

Y los días pasaban, pero siempre pendiente esa conversación a la misma hora, ese mensaje de buenos días fijo para alegrarse el día, y esas promesas de lo que herían al volver a estar juntos, a todas estas, su amor no tenía mucha idea de que es eso que los mortales llaman "tiempo"

Las dudas llegaron, como llega la sequía a estos sitios, largas y aparentemente inacabables, decidieron conocer a otros, tal vez estaban equivocados, no conocían tiempo, pero tenían muy claro que es "espacio"

Y ella compartió sus labios con otros, ajenos a todo aquel presente que vivía, y los suyos, deseosos en lo más profundo de su ser que fuesen otros, confundiendo un vago recuerdo con algo que no era ni la mitad real

El  no se preocupó en buscar nada, dejó que las cosas se fuesen dando, y lo que aparecía, eso intentaba,  y muy, muy en el fondo, deseoso que encontrársela de una vez por todas.

Y cómo hacer? Cómo concentrar dos meses en dos años ausentes? es algo que ellos solo supieron responder, cuando por fin se pudieron ver.

Y volvió ese peculiar cosquilleo adentro de uno, volvieron esos nervios al esperar a alguien, como cuando gana tu equipo la copa del mundo, como cuando conectan un home run,  como cuando te dan el primer beso: Euforia pura y sin refinar .Las voces eran otras, esas miradas se volvieron fuego en los ojos, las manos temblaban, y sólo podían articular las palabras más estúpidas posibles, pero que mas daba, se mueren el uno por el otro.

En cada beso tratan de compactar meses, semanas, minutos, horas,años que no se tuvieron el uno al otro, en cada mirada se expresa todo lo que las fotos no dejaban decir, en cada abrazo generan suficiente energía para iluminar esta ciudad de dementes.

Hoy no se despiden, y tampoco es posbible saberlo, hoy caminan por las calles, hablando de cosas normales, sonriendo de vez en cuando, cada día se prometen que dos meses compensarán los dos años, cada segundo se exprime hasta la última gota.


Lástima que al partir te dirá que no puede seguir con esto, por que la distancia multiplicada por el tiempo, son las razones por las cúales un "hasta luego" hará más daño que un adiós.

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